Conquistando el desánimo

Conquistando el desánimo

Hageo era uno de los doce profetas llamados “menores”. Luego del exilio de Babilonia, los judíos comenzaron a reconstruir el segundo templo con oposición de parte de samaritanos y otros. El primer templo había sido el gran templo de Salomón. Habían pasado más de 16 años desde que habían abandonado la construcción y Hageo vuelve a hablarles porque estaban desanimados.

La herencia de Judá. Recordemos que en su lecho de muerte, Jacob convocó a sus hijos en Génesis 49:10 10 "El cetro no se apartará de Judá, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que llegue el verdadero rey, quien merece la obediencia de los pueblos.” Jacob le decía a Judá que sería líder y quien tendría bastón de mando. Sin embargo, en la historia de Hageo vemos que Judá se olvidó de sus raíces.

Hageo habla duramente al pueblo diciendo: Hageo 1:8-10 (NVI) »Vayan ustedes a los montes; traigan madera y reconstruyan mi casa. Yo veré su reconstrucción con gusto, y manifestaré mi gloria—dice el Señor—.»Ustedes esperan mucho, pero cosechan poco; lo que almacenan en su casa, yo lo disipo de un soplo. ¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes sólo se ocupan de la suya!—afirma el Señor Todopoderoso—.

Vemos que el enfoque de la gente se había vuelto hacia sí misma, sin mirar a su alrededor. La gente estaba cansada, sin fuerzas. ¿Estás midiendo tu energía? ¿Cómo ocupas tus fuerzas?

Leemos del profeta Hageo: 2:4-5 "Pues ahora, ¡ánimo, Zorobabel! —afirma el Señor—. ¡Ánimo, Josué hijo de Josadac! ¡Tú eres el sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo de esta tierra! —afirma el Señor—. ¡Manos a la obra, que yo estoy con ustedes! —afirma el Señor Todopoderoso—. Y mi Espíritu permanece en medio de ustedes, conforme al pacto que hice con ustedes cuando salieron de Egipto.”

Dos cosas que habían paralizado la obra:

  • Los enemigos externos, los de afuera.
  • Los enemigos internos, uno mismo.

¿Por qué nos desanimamos?

  • Porque tenemos buena memoria para las malas memorias. Tenemos más presente lo malo que lo bueno.
  • Porque tenemos mala memoria para las buenas memorias. Para los judíos era volver a recordar las obras de Dios olvidando que Dios estaba obrando en su presente.
  • Por la comparación. Los judíos recordaban la gloria anterior del templo y miraban lo que estaban haciendo…
  • Por olvidar el presente y el futuro.
  • Porque arrancamos con las emociones y luego tenemos que pasar a la voluntad.
  • Porque nos fijamos en lo natural más que lo espiritual. Este templo es más chico que el de Salomón… pero Dios dijo que manifestaría su gloria.

LA CURA A LA DESILUSIÓN

  1. Suelta las cosas. No crecemos si estamos aferrados a las cosas. Es dejar que las viejas experiencias te marquen tu presente. Dios quiere hacer algo nuevo hoy pero tenemos que soltar lo viejo.
  2. Mira hacia arriba. Mira a un Dios grande.
  3. Mira hacia adelante. Es la única dirección que tenemos. Hageo dijo: en 2: 15 y 18 »Ahora bien, desde hoy en adelante, reflexionen. Antes de que ustedes pusieran piedra sobre piedra en la casa del Señor, 16 ¿cómo les iba? Cuando alguien se acercaba a un montón de grano esperando encontrar veinte medidas, sólo hallaba diez; y si se iba al lagar esperando sacar cincuenta medidas de la artesa del mosto, sólo sacaba veinte. 17 Herí sus campos con quemazón y con plaga, y con granizo toda obra de sus manos. Pero ustedes no se volvieron[a] a mí —afirma el Señor—. 18 Reflexionen desde hoy en adelante,
  4. Muévete. 2: 4 dice: ¡Manos a la obra, que yo estoy con ustedes! V. 9 El esplendor de esta segunda casa será mayor que el de la primera —dice el Señor Todopoderoso—. Y en este lugar concederé la paz”, afirma el Señor Todopoderoso.»

PENSAMIENTOS FINALES

Es importante recordar que Dios no nos llama al “éxito” sino a ser fieles. Es Dios quien quiere producir fruto a través de nuestra fidelidad. 1 Corintios 4:21 (RVR1995).

“Ahora bien, lo que se requiere de los administradores es que cada uno sea hallado fiel.”

Hay desilusiones y desánimo en el camino. Pero recuerda, el camino en Dios es ser fieles y mantenernos firmes en nuestra tarea, en nuestro llamado. ¡Puedes conquistar el ánimo por fe y poner manos a la obra!